siento el calor de tu cuerpo a través de la distancia
percibo con nitidez como el deseo se enerva
convulso y desesperado, forzado a tensar la calma
mi mirada emula el brillo que refleja tu mirada
mi piel desvela secretos a tus caricias sutiles
tu aliento sorbe mi aliento con estertores febriles
tus labios buscan mi boca sin atreverse a rozarla
la ardiente pasión de los instantes previos
amenaza la cordura de la ansiedad desbocada
y la fuerza del latido que acelera nuestros pulsos
invita a Afrodita y Eros a recrearse en su danza