balada de invierno

 toc toc!! el frío invierno llama a la puerta, impaciente,
mis pisadas crujen sobre una bellísima alfombra marrón,
los árboles desnudos cubren su pudor con musgo
y en sus ramas canta un petirrojo, despidiendo al ruiseñor

la niebla hecha jirones se extiende acaparando el paisaje
y luego, arrepentida, se disipa y me devuelve su belleza
poco a poco, con pereza, asoma un sol efímero y desganado
entre nubes de tormenta que se juntan tiñendo el cielo de gris

la lluvia cae mansamente, silenciosa, terca, persistente,
llora su morriña inexorable, subyugando mi alma al momento
el río pletórico brama preñado de furia salvaje
y discurre componiendo una increíble balada de invierno