Asunción

Sin apenas conocerme me brindaste protección,
una más de tus polluelos, guarecida entre tus alas,
me diste serenidad cuando mi mundo temblaba
entre suspiros y llanto de una niña enamorada

cuando era más vulnerable apuntalaste mis sueños,
transmitiéndome tu fuerza, pasé de niña a mujer
despertándome a la vida cobijada en tu firmeza

me mimeticé al instante con tu mundo opuesto al mío
y apenas sin darnos cuenta nos fue envolviendo el cariño,
compartimos alegrías, lloramos tragos amargos,
tus penas fueron mis penas, mutuo consuelo el abrazo,
luego en la distancia, el tiempo grabó en mi corazón
el brillo de tus ojos azabache, derrochando comprensión

siempre con la triste sonrisa pintada en tu cara
tu alma tan generosa, vestida con piel canela,
me reconforta saber que encontró paz en el cielo
dónde a pesar de los años tantos ángeles te esperan

radiografía de una violación

 ¿de qué pozo oscuro brota ese deseo
de tomar por fuerza su templo divino?
mirada lasciva de mente perversa
somete a su presa a acoso y derribo

derrotada y mancillada ha dejado de luchar,
siente tu fétido aliento ultrajando su piel,
el instinto le insta a conservar la vida,
mientras tus monstruosas manos profanan su ser

las palabras mas soeces lacerando sus oídos,
pierde la noción del tiempo, implorando que se acabe,
amordazados con miedo su voluntad y sus sentidos
con un hilo de cordura soporta estoica el final,
y aunque esa marca indeleble sea un lastre de por vida,
tú y tu infame cobardía no le impedirán volar