un copo de nieve

resbalan los meses por el calendario
con cifras atroces surcando los días,
la bruma del miedo matiza el paisaje.
buscando el coraje de una presa herida...
alejar la vida de esta pesadilla
que usurpó el reinado de la libertad

prendido en el abrazo de la melancolía
brotó un largo suspiro, y lo invité a volar,
sonaba un villancico, maquillando el aire
que la incertidumbre tiñó de tristeza,
la ausencia de abrazos, reuniones y risas,
tejen las guirnaldas de esta Navidad

un gran manto blanco alfombró mi camino
cubriendo mi anhelo con serenidad,
un copo de nieve rozó mi mejilla
y su aliento fresco reconfortó mi alma,
susurró en mi oído con dulzura y calma:
"tranquila...paciencia...todo pasará!"

Contando

una pícara mirada trazó a fuego mi destino

dos almas engarzadas, esculpiendo un corazón

tres lunas anhelando despertar siempre a tu lado

cuatro esquinas tiene el lecho que consagró nuestro amor

cinco suspiros exhaustos dan la bienvenida al alba

seis palabras que resumen lo que yo siento por tí 

siete vidas necesito para vivirlas contigo

ocho baladas muy lentas para encadenarte a mí 

nueve intempestivas olas de ternura incontrolable

diez dedos recorriendo palmo a palmo mi piel

once pliegues de tu cuerpo en dónde posar mis besos

doce pecados confesos , todos con sabor a miel

Guerrera

 Belleza serena de apariencia frágil, 

llevas a la vida tatuada en tu pecho, 

valiente heroína que plantó batalla  

y venció desterrando a la muerte en su lecho

no ocultes tu escultura de guerrera en las sombras,

arropa con orgullo tu silueta desnuda, 

abrázate a la brisa que avivó tu valor

y barrió la derrota de horas bajas y dudas

dibuja una sonrisa que ilumine el mundo, 

paloma de ala rota con deseos de volar,

le quedan a tu libro muchas páginas en blanco, 

escríbelas con fuerza y no dejes de brillar

Sueños viajeros

paseo mis sueños, con pisadas silenciosas, por el bosque milenario

sin romper su sintonía de respiración pausada y su latir lento y calmado

observo como va desnudando el paisaje y arropa sus ramas con musgo de invierno

y disfruto sin prisa de las pinceladas tintadas de otoño, que alborota el viento

 

veo un sueño color ocre pender de un hilo invisible, 

agazapado en una hoja que gira sobre sí misma y se mece en su vaivén, mientras desciende sin prisa, para posarse en el suelo

bebe su ansiado néctar de una nube caprichosa, que refleja su esplendor sobre un gran charco de cielo

y lo atrapa mi mirada, devolviéndolo a su nido, y descansa, adormecido, de su intrépido viaje

y mis pisadas se alejan, volviendo sobre sus pasos

con los sueños renovados, acordes con el paisaje

propósitos

deshojar con la mirada un solo pétalo de tus pensamientos,

escribir en los renglones invisibles de tus páginas en blanco,

hilvanar una esperanza con las hojas del otoño de mi vida,

remendar con un zurcido de promesas los errores del  pasado...

intentar hacer añicos la distancia cuando estamos frente a frente,

borrar los momentos tensos con la magia de un abrazo,

desdeñar la soledad en compañía, sustentada por orgullo,

mirar juntos las estrellas cada noche, apoyada en tu regazo...

llenar de palabras dulces la vasija del silencio contenido,

abrazar la madrugada con el eco envolvente de tu risa,

derramar sobre tu piel esencias de ternura y besos,

encajar un verso suelto en el efímero poema de la vida

El reflejo

Siente vértigo mientras camina, arrastrando entre sus pies
todo el peso de una vida, desgastada por el uso
y se mira en el espejo, con el gesto interrogante
de quién saluda a un extraño al que considera intruso,
se pregunta quién es él,
y unos ojos de charol, burlones y sonrientes, le sostienen la mirada,
no reconoce su imagen devastada por el tiempo,
reflejadas en la piel las mil arrugas de su alma,
hasta que, por fin, comprende que esos ojos que le miran
le suplican indulgencia
por las huellas del pasado,
atesoran los recuerdos de un amor equivocado,
perdonan sus desatinos, loan méritos y aciertos de una vida dilatada,
lloran momentos inciertos
y son los fieles guardianes de sus secretos de almohada

Rostros opacos

Me deslizo por el filo de los días
esperando que anochezca para poderte soñar,
fundirnos en un abrazo,
comer del fruto prohibido,
susurrándote al oído,
sin prisa por despertar

tal vez las yemas de mis dedos
no consigan dibujar el perfil de tu sonrisa,
es posible que mis ojos no acierten a adivinar
el rubor de tus mejillas,
trataré de mantener, intacto entre mis recuerdos,
el aroma de tu piel,
el reino de los sentidos está cumpliendo condena,
necesaria, pero cruel,

dormida entre bambalinas
permanece prisionera una mueca silenciosa,
nos ha sido arrebatado el lenguaje de los gestos,
al amparo de las sombras,

rostros opacos deambulan errantes,
destilando añoranza por los tiempos de antes...

Utopía

dormía un sueño profundo,
entrada la madrugada,
dando vueltas en su almohada
todos los males del mundo,
lentamente abrió los ojos
cuál pétalos de una rosa
que se van desperezando
para recibir al sol

esbozando una sonrisa
se le congeló en los labios
al ver que tan solo un sueño
maquilló la realidad,
soñó ver un mundo nuevo
enmendando sus errores,
con las páginas en blanco
para volver a empezar

soñó que no había razas
víctimas de la injusticia,
que cesaba la violencia,
la pobreza, la avaricia...
que el respeto era la forma
de hacer valer la razón,
soñó que había tres palabras
rescatadas del desuso
que salían a la palestra:
"gracias, por favor, perdón"


soñó un cielo estrellado,
vio cerrándose la herida
de una tierra maltratada,
y un mar libre de ignominia,
con hombres de alma impoluta,
sin rencores enquistados,
remando en la misma barca,
sacando a flote la vida...

al despertar se dio cuenta
que soñaba una utopía
y una lágrima rebelde
lo volvió a la realidad,
planeta zarandeado
en el borde del abismo,
no piensa más que en sí mismo
y en su propia mezquindad

sonrisas de labios cautivos

notas musicales de agua cristalina,
flores de colores, gotas de rocío,
van pregonando con algarabía
el alegre murmullo incesante del río

los cinco sentidos despliegan sus alas
absorbiendo el canto de la primavera sacudiendo el tiempo de la incertidumbre
que reinó en los días de noches eternas

un ramillete de anhelos prohibidos
impregna el aire de los reencuentros
abrazos de humo... besos en el aire... apenas consiguen mitigar la espera

ojos que aprenden a dibujar sonrisas
que labios cautivos no pueden brindar,
voces vacilantes, gestos reflexivos,
libertad a medias de los paseantes,
todo comedido, nada es como antes,
quebradas sus alas, no pueden volar

los abuelos

Los surcos de su piel cuentan historias
de aciertos y fracasos curtidos con los años,
sinsabores y alegrías fueron subiendo peldaños
girando sobre sí mismos como la rueda en la noria
ya se pierde en su memoria el regocijo
de las caricias prendidas en esas manos ajadas
el desvelo por los suyos, cicatrices en el alma
días buenos, noches malas, viejas heridas curadas...
el vuelo atolondrado de una golondrina
rompe el hilo de sus pensamientos,
ahuyentando los quejidos y lamentos
que acechaban en su mente mortecina,
ellos ignoran que el eco de sus pasos
deja huellas indelebles en la vida,
un sendero de consejos sabios
que otros zapatos pisarán tras su partida

un haz de suspiros

contemplaba, absorta, el manto de estrellas
que cubre la noche arropando el cielo,
y el magnetismo de un halo de luna
prendió en mis pupilas tu dulce recuerdo

un haz de suspiros brotó de mis labios
posando sus alas sobre una farola
y voló de nuevo hacia su destino,
y un suspiro tuyo le salió al encuentro

suspiro por diluirme en tu apretado abrazo
inhalando tus ganas, exhalando mi deseo...
suspiro por las caricias cóncavas que desatan la razón,
liberando los suspiros que atenazan mi pasión,

y por desterrar a besos el sinsabor de tu ausencia
y el temor de tantas noches sola ante un futuro incierto...
y acierto, si pienso que estás mirando
la misma mágica luna, devorando mis suspiros,
bajo ese manto de estrellas,
y, suspirando entre ellas por estrecharme en tus brazos,
depositas el deseo del final del desatino,
y le ruegas al destino que vuelva a atar nuestros lazos

desde mi ventana

Desde mi ventana veo
a dos gatitos melosos
haciéndose carantoñas,
y un abuelo deambulando
ajeno a tanta tragedia
arrastra sus pies cansados
y mira sin entender...
siento el pulso de la vida
detrás de cada ventana
con barrotes invisibles,
sonrisas tristes y alicaídas
pugnando por despertar
de esta pesadilla horrible,
un altivo campanario
sacude mis pensamientos
con su vibrante tañido
y me obliga a reaccionar
y ordenar mis sentimientos,
abro mi ventana y siento
el único beso posible
rozándome las mejillas,
aleteo imperceptible
del límpido aire envolvente
que respiro ávidamente
para oxigenar el alma,
mis oídos se hacen eco
del trinar de pajarillos
que alegres revolotean
pregonando libertad
surcando libres el cielo,
y el olor a primavera
va disolviendo mi angustia
y meciendo mi ansiedad,
renovando la esperanza
de volver a alzar el vuelo

Libertad amordazada

No se atreve a presumir la primavera
del arcoiris que las flores dibujan en sus enaguas
la despertó el calor del aplauso
que a las ocho de la tarde
teje un hilo de esperanza
entre ventana y ventana, y con gratitud sincera, lanza al aire su mensaje, cruzando de acera a acera
el corazón encogido por ese baile de cifras que atenaza la garganta con sabor a incertidumbre, libertad amordazada y forzada soledad
del miedo nace el coraje para hacer frente al horror
y, vestidos de valor, todos juntos venceremos al silencioso asesino
que secuestra nuestras vidas sin darnos apenas tregua
pero unidos lograremos truncar su negro destino
y devolver el bullicio de los parques con abuelos,
niños jugando felices, padres repartiendo abrazos,
todos estrechando lazos, despertando de un mal sueño,
con la lección aprendida
grabando a fuego en el alma
los valores de la vida

cobardes verdugos

no quiero leer en el diario
más estadísticas malditas
mujeres borradas, vidas marchitas,
ignominia tiñendo el calendario

cómo poner fin al incesante goteo
de trágicos desenlaces, tantas veces propiciados
por el miedo silencioso de trémulos labios sellados
que por no pedir ayuda en silencio se durmieron

¡basta ya de masacres! no hay niños "usar y tirar"
son frágil moneda de cambio, vapuleados por el odio,
girando en demente espiral en el centro del encono
y pierden su inocente vida, casi sin estrenar

cobardes suicidas redimen su culpa
bajando el telón de su obra macabra,
cuánta sinrazón, impotencia y rabia
siembran día a día en mi corazón

la vida es sagrada, bella y vulnerable,
le acechan mil males en su recorrido,
merece respeto cuando se enmaraña
y pone en tu destino renglones torcidos

está en nuestras manos buscar soluciones
capear temporales, cambiar de camino,
pero no debemos dar jamás cabida
a estos desalmados verdugos gratuitos

graciñas!!!