Tu amor huye sin dejar más rastro
que el helado aliento del olvido,
y la obsesión por revivir lo no vivido
me oprime el alma haciendo añicos mi razón
por no atreverme no me atrevo ni a pensarte
días aciagos, atrapada en tu silencio,
aciagas noches, resbalando por tu ausencia,
respirando de puntillas, sumida en mi dolor
Beber del pozo de la incertidumbre
mantiene mis latidos bajo cero
y hacen pender de un hilo mis anhelos
sintiendo que se apaga la llama de tu amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario