lunes, 5 de julio de 2010

la cresta de la ola


pusiste un barco de papel lleno de besos
a navegar a la deriva sobre mi mar en calma
y lo empujaste con un soplo de tu brisa
provocando un oleaje que lo fue adentrando en mí

se formó una gran ola de ternura y deseo
que vapuleo tu barco , condenándolo al naufragio,
se hizo dueña de tus besos, para alimentar su fuerza
atrapándote en su furia y arrastrándote hacia sí

y se libró en mi mar una batalla
donde no hay vencedor ni vencido,
y cabalgando a lomos de la cresta de mi ola
perdimos, entre espuma y brisa, los sentidos

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