que volaba errante sin encontrar su destino,
atravesó el valle del corazón envuelto en niebla
y, cansado y aterido, hizo un alto en el camino
***
se posó en una ramita de esperanza
y ahuecó su maltrecho plumaje de dulzura
tratando de encontrar cobijo y fuerza
para vencer al desencanto y la amargura
***
calmó su sed con unas gotas de rocío
y decidido emprendió de nuevo el vuelo
cuando de entre la niebla de ese corazón herido
surgió un gran rayo de sol ,aventurero
***
así encontró el camino el beso errante,
que desplegó sus alas de confianza
y barriendo la niebla del corazón
tejió su nido te ternura y esperanza
5 comentarios:
Precioso, Amparo!
sigue alimentandonos con tus palabras ...me gusta
Un bikiño con mucho SOL, como tu eres, radiante, Jeje!!
ana R
Qué bonito Amparo!! Me gusta mucho!!!
Besitos, Mª José Cuesta
Ojalá que algunos pudiéramos vivir del cuento, literariamente hablando; no como "otros muchos del país". Hermoso y profundo. Un abrazo.
José María herrero Sanz.
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