jueves, 9 de septiembre de 2010

retazos de vida

no puedo hacer otra cosa, sino amarte
por tanto y tanto que me das cada día,
amor que me sirve de luz y de guía
para arañarte el alma y enamorarte

pinceladas de recuerdos, añejos como el buen vino,
afloran a mi memoria y se agolpan en mis labios
queriendo posar desnudos para el lienzo de tu mente,
que recrea con detalle las piedras de mi camino

y tu sed de mí se calma, sólo con beber en ellos,
como bebo yo en los tuyos, deleitándome en tus viajes,
y pinto mi propio lienzo con esos paisajes bellos,
imaginando tu tren, y tu sencillo equipaje

qué bonita es la guirnalda que tejen nuestros momentos,
cuando fluyen incesantes retazos de nuestra vida,
enredando los recuerdos en este amor que destila
suspiros de almas gemelas, rezumando sentimientos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

"No puedo hacer otra cosa, sino amarte..."
Hay que callar para oir cómo exhalas el amor. Hay que callar para leerte e imaginar tu voz, acompasando la palabra escrita con el rubor cándido del alma enamorada.
Quiero percibir, y que, otros que leen, me dejen sentir los destilados versos que emanan del alambique de tus sentires, sin pareceres ni análisis. A solas... contigo. Que todo lo que hay alrededor sea paisaje de un pais de ensueño, y, hasta los pensamientos tornénse en avecillas, nubes o rios.
Te veo desde la Montaña Mágica de la imaginación. Te siento horadando con tus versos la morada de mis recuerdos, penetrando en un pasado que, poco a poco, está dejando de ser únicamente mío.
Quiero darte mi tiempo.

Cayo