jueves, 11 de marzo de 2010

aún quedan lágrimas


pensé que ya no había lágrimas,
que poco a poco el dolor
se había dormido en mi pecho,
y era ya parte de mí...
con el paso de los años
ya me había acostumbrado
a sonreir en silencio
sólo con pensar en tí
*
pero bastó que un amigo
me hablara de su tristeza,
para entender de repente
que el dolor no se había ido,
y, amargamente lloramos,
él su pena y yo la mía,
con la impotencia y la rabia
del que pierde a un ser querido...
*
no hay palabras de consuelo
que mitiguen el dolor,
ni bálsamo para la herida
que queda en el corazón...
*
es injusto, y no comprendo
que alguna mano decida
quién se queda entre nosotros
y a quién le toca partir
y emprender ese viaje,
desde donde no hay retorno,
dejando la vida medias,
sin preparar equipaje...

No hay comentarios: